Entradas

Encontrar tu propósito en Granada

Los problemas familiares, el estrés del trabajo, el ritmo de vida o la simple pereza nos hacen a menudo aparcar nuestros sueños de forma indefinida, lo que nos hace sentir frustración e infelicidad. Nos acomodamos en una zona de confort que no es tal mientras el tiempo pasa y la sensación de vacío aumenta. ¿Hasta cuándo vas a esperar? ¿Qué tal si esta vez actuamos y cambiamos las cosas? ¿Y si por fin alcanzamos la meta que se quedó hace tiempo en el cajón de tus ilusiones? Es simple y depende de nosotros, ¡de nadie más! Para empezar: ¿sabes de verdad qué es lo que quieres? ¿Puedes resumirlo en pocas palabras? Si no es posible, ya sabemos por dónde empezar. El primer paso para convertir nuestros sueños en realidad es definir nuestro propósito  de vida, trabajo, familia etc. No es complicado, pero sí profundo y requiere de una toma de conciencia. Hoy quiero dedicar este post  a descubrir y definir nuestros propósitos de vida para que empecemos a caminar, actuar y, en definitiva, a conver

El comienzo del viaje: bienvenid@s a Granada con Alma, para viajeros en busca de calma y bienestar.

 Hace tiempo que mi propósito me indicó el camino. En algunos momentos todo es muy fácil, en otros las dudas, las incertidumbre o los miedos emergen para dejar constancia de que hay que ganarse a pulso esa sensación de paz que anhelamos la mayorías de los que caminamos sobre esta tierra. Pero no hay vuelta atrás, simplemente porque es el mismo tiempo el que me indica que no es posible. Hace tiempo que comenzó el viaje, desde que en algún sitio leí que si vives como si cada día fuera tu último día, algún día tendrás razón. Si miro atrás, veo que he sido afortunado, aunque no lo parezca: he conocido personas especiales, vivido experiencias capaces de lograr la trasformación, aprendido conocimientos que jamás hubiera imaginado encontrar. Ahora queda lo más importante: compartir para que todo tenga sentido. Lo más fácil sería quedarse allí, dejar que todo fluya con el agua de un río. Pero a menudo imagino ese encuentro con mi yo de 99 años al que me gustaría decirle que todo fue bien, que